DOMKIRKEODDEN Museo de Agricultura y Pesca en un enclave natural único donde la tradición está muy presente

Colaboración con: NO.MAD Arquitectos – Eduardo Arroyo.

Un museo es un acto colectivo de preservación de la memoria. Una experiencia vital definida no sólo por el espacio expositivo sino por su relación y apropiación del paisaje y la intensidad de dicha experiencia combinada. La presencia del edifico nos remite a la tradición constructiva noruega en cuanto a su forma y material.

Si bien, el programa extenso del nuevo museo exige de unas dimensiones que empujan a pensar en la fragmentación visual de su volumen para una correcta integración en el entorno. Así, el edificio se inserta en el paisaje existente como una acumulación lineal de construcciones genéricas reconocibles. Este conjunto fragmentado sufre diversas adaptaciones formales para preservar el arbolado existente y establecer sinergias visuales y funcionales con el paisaje y con el resto de edificios del museo, así como por condiciones de privacidad interior.

Su presencia elevada en la ladera permite la integración visual del mismo sin renunciar a la contemporaneidad de su uso y diseño. La idea de transversalidad aparece dentro del museo al permitir vistas continuas a través de partes del edificio que ponen en relación los dos lados del paisaje en el que se inserta. Su desarrollo en dos plantas y un sótano permite mantener una altura respetuosa por debajo de la cubierta de Storhamarlåven. La diferente disposición de sus cubiertas combinadas genera una riqueza espacial interior excitante en la planta superior que alberga las Salas de exposiciones y Restaurante panorámico. El uso exterior del terreno forma parte importante del proyecto en una extensión mediante grandes terrazas ajardinadas relacionas con los programas interiores del Auditorio, la Biblioteca, la Cafetería y la Møterom para eventos. Asimismo, aparece un gran auditorio al aire libre orientado al Sur para eventos con buen tiempo protegido por el trazado del edificio.